domingo, 24 de junio de 2007

Las Armas de la Libertad Parte 1

“Las Armas de la Libertad“ Parte 1 Año 2006



por Sergio Antonio Graziano



El desarme de la sociedad civil por parte del gobierno, lejos de ser una medida para combatir a la delincuencia, sólo produciría el efecto contrario y es una elocuente expresión del intento de avance del estado sobre las libertades públicas.
Afirmaba Aristóteles:

“ El gobierno libremente elegido exalta y venera al ciudadano armado, pero las oligarquías y los tiranos desconfían de éste y tratan de quitarle las armas “


La ciudadanía, jaqueada por la pésima administración del país durante veintidós años de democracia, golpeada por una delincuencia en expansión, y ante la inacción de las autoridades, recurre a las armas como elemento disuasorio para proteger familia y propiedad en su último y sagrado reducto: la casa familiar.
La sociedad sabe que no puede esperar una decidida acción contra la delincuencia por parte de un gobierno que ha nombrado jueces abolicionistas penales en la Suprema Corte.
Incluso las leyes “de protección a la minoridad“ al carecer de una faz punitiva o al menos aleccionadora y correctora, no hacen más que darle marco jurídico a la “fábrica de delincuentes“.
En efecto, en dos años tendremos otros cien mil delincuentes recién “graduados“ a su mayoría de edad.
Así, la población, ante la claudicación moral de las autoridades ante el problema del crimen, adquiere armas para protección.
Y está bien que así sea.
Poseer y portar armas para la protección de familia y propiedad es un derecho natural preexistente a la organización política de las naciones modernas.
Incluso las religiones reconocen este derecho.
Santo Tomás de Aquino consideraba que:


“El ciudadano no comete un pecado ni castiga a un delincuente al matarlo, sino que la muerte del delincuente es responsabilidad y consecuencia de su propio accionar criminal.”


San Agustín expresó:


“Si bien la autodefensa con violencia es vista como una triste necesidad a los ojos del hombre de principios, sería aún más desafortunado que los malvados dominaran a los hombres justos“


El Papa Juan Pablo II dictaminó:


“Las víctimas de opresión y violencia tienen el derecho y diría más..... la obligación de proteger su existencia y libertad“


El Talmud judío advierte:


“Si alguien viniera a matarte levántate y mátalo primero“

Y también:


“ No te quedes quieto mientras la mujer es violada o tu vecino es atacado “



El Coran islámico es muy elocuente a este respecto también.
La posición del Judaísmo y la vieja iglesia cristiana es la de portar armas para la autodefensa y considera a ésta moralmente justificada.
En Lucas 22:38 Jesus permite a sus discípulos “ llevar espadas para defenderse en sus jornadas misioneras “


En Exodo 22:23 :


“ Si un ladrón es sorprendido entrando en la casa familiar y como resultado de la pelea el ladrón muere, no habrá culpa por su muerte “


Curiosamente, se ha propuesto como santo patrón de las armas de puño a San Gabriel Possenti, nacido en Assisi en 1838 y canonizado en 1920, por salvar a una mujer de una violación por parte de una banda (una banda de antiguos “gang bangers“) usando sus pistolas de avancarga.
La doctrina de la autodefensa fue también adoptada por los reformadores protestantes, especialmente los calvinistas.
Minorías raciales o religiosas como cristianos, judíos o musulmanes han sido perseguidos por gobiernos a lo largo de la historia y sólo la posesión de armas por parte de estos pueblos ha evitado su total aniquilación.
El “control de armas“ por parte de los gobiernos ha servido como medida previa a la sistemática aniquilación de minorías como en el holocausto judío por parte de los nazis.La organización “Judíos para la preservación del derecho a poseer armas“ (JPFO) ha demostrado en sus publicaciones “Leyes letales“ y “Control de Armas: Puerta hacia la tiranía“ que la Ley de Control de Armas que se quiso aplicar en los EEUU estaba basada en la Ley Nazi Antiarmas de Marzo 18 de 1938, que sirvió para desarmar al pueblo alemán y destruír así toda oposición a Hitler.
Las leyes Antiarmas han sido la causa de al menos seis grandes genocidios desde 1915, con 56 millones de muertos.
A saber:


Gobierno Fecha Objetivo Muertos Fecha de la Documento Fuente
perpetrador Ley Antiarmas

Imperio Otomano 1915-1917 Armenios 2 Millones 1866 Art.166 Codigo penal
Art. 166 Codigo penal

Unión Soviética 1929-1953 Anti 20 M 1929 Art. 182 Codigo penal
Comunistas

Alemania Nazi 1933-1945 Judíos 13 M 1928 Ley Antiarmas Abril 12
y Europa ocupada Gitanos
Antinazis 1938 Ley Armas Marzo 18

China 1948-1952 Anticomunistas 1935 Art. 186/ 187 Codigo penal
20 M 1966-1976 Grupo pro –reforma

Guatemala 1960-1981 Indios 0,1 M 1871 Decreto 36, Nov. 25
Mayas 1964 Decreto 283 Oct 27

Uganda 1971-1979 Cristianos 0,3 M 1955 Ordenanza de armas
y Antis 1970 Acta Antiarmas

Camboya 1975-1979 Personas 1 M 1956 Art. 322/328 Codigo Penal
Educadas


Asimismo, tiranos como Fidel Castro han sobrevivido en el poder 46 años siendo uno de sus primeros actos de gobierno el desarme del pueblo.
Veremos que los argumentos esgrimidos por filósofos y estadistas a favor del ciudadano armado son abrumadores.
Cessare Beccaria, fundador de la moderna criminología en el siglo XVIII afirmaba :


“Cuando se prohíben las armas a los ciudadanos dentro de la ley, sólo aquellos fuera de la ley tendrán armas“


Montesquieu consideraba fundamental el derecho del ciudadano a “matar en caso de defensa natural porque esa es la primera ley de la naturaleza“


Hobbes sostenía que:

“un reglamento que me prohíbe defenderme violentamente de un ataque violento está viciado de nulidad“


John Locke afirmaba:


“El ciudadano posee el derecho natural de resistencia con violencia y a auto preservarse, cuando las leyes del estado son insuficientes o inadecuadas para combatir la violencia y la opresión “


Los padres fundadores de los Estados Unidos de Norteamérica sobre cuya Constitución está basada la Constitución Argentina de 1853, fueron muy claros respecto al derecho natural a poseer armas.
Ellos creían que las instituciones republicanas sólo durarían mientras los ciudadanos tuvieran la fuerza moral y la virtud necesaria junto con los medios para preservarlas, y tanto el símbolo como la razón de esa fuerza moral es la ciudadanía armada.
Los ciudadanos deben estar siempre vigilantes de sus derechos y dispuestos a dar la vida por la defensa de propiedad, familia, y un estado democrático y libre.
George Washington, el padre de los Estados Unidos, escribió:


“Las armas en poder de ciudadanos son lo más importante luego de la Constitución. Representan la libertad y la independencia de la gente.
Para asegurar la paz, seguridad y felicidad del pueblo, tanto el rifle como la pistola son indispensables, y la mera atmósfera de un pueblo armado rechaza la interferencia del mal, y así las armas merecen un lugar de honor junto a todo lo que es bueno.“



Alexander Hamilton sostenía:


“Cuando los funcionarios transforman el gobierno en una tiranía, usurpan la libertad y traicionan a sus ciudadanos, entonces no queda para el ciudadano otro recurso que el derecho natural a la autodefensa con sus armas “


El patriota Thomas Paine declaraba :


“La supuesta inacción de los hombres buenos incita e instiga a los rufianes, mientras que el ciudadano armado, así como las leyes, desmoralizan a los delincuentes y preservan el orden así como la propiedad.
Horribles consecuencias tendrá el desarme de los ciudadanos ya que los débiles se transformarán en presa de los fuertes“



Elbridge Gerry, y James Madison, declararon:


“La ciudadanía armada constituye un obstáculo o barrera ante cualquier empresa de ambición por los usurpadores y abusadores del poder.”



Thomas Jefferson afirmaba:


“El uso de armas fortalece el carácter de los jóvenes y les da un sentido del honor y la responsabilidad“


Aconsejaba a su sobrino de quince años:


“Que tu rifle sea tu compañero en tu camino “



Vemos que estos grandes hombres coinciden en que toda persona de principios tiene la obligación de defenderse y a su familia del ataque de criminales.
Si los legisladores votaran una ley que lo prohibiera, ésta sería una ley inmoral y viciada de nulidad, toda vez que negaría un derecho natural y por lo tanto el ciudadano tendría la obligación de desobedecer esa ley.
Desde la cárcel, el campeón de los derechos civiles Martin Luther King, decretó:


“ Una ley injusta genera una obligación moral de desobedecerla por parte de los ciudadanos “



Creemos que el gobierno debería castigar el abuso de un derecho y no ejercer limitaciones a la vigencia y uso de ese derecho.
En los Estados Unidos la evidencia está llevando a los legisladores a adoptar leyes cada vez más a favor de una ciudadanía armada.
Los permisos de portación de armas no a la vista, (CCL) aprobados en la mayoría de los estados americanos confirman el hecho de que los ciudadanos armados disuaden y reducen el delito.
Aquellos distritos y ciudades donde las leyes son más favorables a la posesión de armas demuestran los menores indicadores de delito, como por ejemplo el estado de Vermont, y el caso elocuente de la ciudad de Kenesseau, Georgia, donde una ordenanza que establece la obligatoriedad de usar armas como preventivo del delito en las casas han casi eliminado el delito en la ciudad.
En cambio, los lugares donde las armas están prohibidas totalmente para los ciudadanos los índices de delito son los más altos.
El ejemplo es Washington D. C. , “la capital del crimen“
Un típico argumento en contra del ciudadano armado legalmente es el de aquellos hechos desgraciados donde un desequilibrado comete un asesinato o el de los suicidios o el de los accidentes.
Nuestra respuesta es que, aún cuando se confiscaran las armas y se prohibieran, un desequilibrado siempre hallará la forma de matar y el suicida siempre encontrará un medio para quitarse la vida.
Los accidentes pueden disminuirse mucho con el entrenamiento y la instrucción profesional desde corta edad en el manejo de armas.
La acusación contra las armas referida a que constituyen un problema de salud pública me llama a contrarestarla con el siguiente y conocido argumento:


“Los médicos causan la muerte de muchas personas por mala praxis, pero los médicos también salvan muchas más vidas que las muertes que pueden causar con esos errores“


Asimismo, si vamos a ser estrictos en eliminar las causas de muertes o violencia tendríamos que prohibir los automóviles , que son instrumento de muchas más muertes que las armas, y siguiendo con esta práctica de culpar al objeto mecánico o al instrumento por la muerte causada mediante su uso o abuso, tendríamos que prohibir totalmente el tabaco.
El casi millón de Legítimos Usuarios de Armas en Argentina, no cometemos delitos con ellas.
Esto está demostrado por las estadísticas criminales.
Por el contrario, el número de delitos frustrados por el efecto disuasor de las armas en poder de ciudadanos honrados es enorme, muy superior a cualquier acción policial.
Hay lugares en que nada impediría a los criminales entrar en las casas de los ciudadanos si a éstos les fueran quitados lo medios para defenderse.
Asimismo, vemos con preocupación que un gran número de jueces castiga arbitrariamente a ciudadanos que han sido forzados a defenderse, y los abogados persiguen con afán de lucro al ciudadano que ha usado su arma para defender familia o propiedad, hiriendo o matando a un delincuente.
Es tiempo de terminar con esto.
Es momento de devolver la soberanía y los derechos al ciudadano.
Debemos aprender a votar a aquellos funcionarios que trabajan para nosotros y no para la corporación política.
Es menester eliminar la lista sábana y que cada candidato explique cuál es su posición respecto de cada tema antes de las votaciones.
De una vez por todas debemos eliminar en las urnas a los mediocres y a los deshonestos.
Queremos funcionarios que trabajen para los ciudadanos y no para los delincuentes.
Basta de abolicionismo penal.
Apliquemos la doctrina de la “Tolerancia Cero“o de las “Ventanas Rotas“, que eliminan el delito de las calles con ciencia, tecnología, estrategia y táctica, casi sin violencia y obliguemos a trabajar a los delincuentes en las cárceles, pagándoles un módico sueldo que podrán enviar a sus familias o colocar en una caja de ahorro que por ley debería ser inmune a nuevos “corralitos“.
Exhorto a los ciudadanos y candidatos a organizarnos.
También exhorto al Director Nacional de Política Criminal a renunciar a su cargo inmediatamente, ya que su propuesta para combatir el delito es desarmar a los ciudadanos honestos y además considera que:

“un mayor número de delincuentes presos no baja los índices de delito“ ,

de lo cual se sigue que el Director General de Política Criminal piensa que lo que baja el delito es un mayor número de delincuentes sueltos en la calle ...
Ahora, esto último sí que debe hacer reír a los criminales..¿no lo cree el lector?

I´ll be back!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tiene toda la razon,hasta cuando mis compas mexicanos van a seguir poniendo la otra mejilla