jueves, 26 de marzo de 2009

Las Armas de la Libertad Parte 4 Noviembre 2008

Las Armas de la Libertad Parte 4


Noviembre 2008


por Sergio Antonio Graziano



“La más perfecta definición de libertad política es el derecho a poseer y usar armas por parte del ciudadano.
Sin este derecho, todos los demás derechos carecen de sentido”


Coronel Jeff Cooper




Hemos colocado en el epígrafe de esta Parte 4 de “Las Armas de la Libertad” una cita de mi mentor, el Coronel Jeff Cooper, una voz libertaria que tiene ecos en la profundidad de los tiempos.
Jeff Cooper, autor de varios libros, entre ellos “To Ride, Shoot Straight and Speak the Truth” (cuya traducción literal es “Cabalgar, disparar con puntería y hablar con la verdad”) fue un escritor con un estilo que algunos describían como “patricio”.
Para aquellos que buscan el bálsamo que es para el corazón la verdad descarnada y un sentido moral de la vida, para aquellos que buscan en un escritor el valor y la brutal franqueza en el tratamiento de los temas esenciales para la sociedad, para quien disfruta en un escritor la impaciencia con los idiotas, los progresistas y los comunistas, Jeff Cooper es el supremo filósofo e historiador, el supremo guardián de los valores de la libertad y la decencia.
También hacía gala del buen humor, el buen gusto y un romanticismo y caballerosidad hacia el sexo débil.
No en vano llamaba a su mujer “The Countess” (“La Condesa”)
Sin embargo, como ya he advertido, su prosa puede resultar más que chocante.
Jeff Cooper no insulta.
Jeff Cooper reduce a sus detractores a un vacío intelectual y moral.
Quien critique a Jeff Cooper o disienta con él no sólo debe saber de qué habla.
Debe saber también que se enfrenta a una inteligencia superior, a una erudición enciclopédica y a un espíritu noble y a la vez feroz, incapaz de dobleces e incapaz de mentir, pero sí es muy capaz de aplastarlo a uno, de humillarlo intelectualmente hasta hacerlo sentir insignificante y estúpido.
Maestro del sarcasmo y la ironía, jamás he leído a alguien que hiciera gala de la concisión como él.
De hecho, mi mayor aspiración es lograr la concisión de Jeff Cooper, aunque tal vez esa es una tarea imposible para mí y para la mayoría de los mortales.
Entre los escritores argentinos, tal vez el gran periodista y editorialista Bartolomé Mitre sea quien más se aproxima al Coronel.
La capacidad de decir mucho con concisión es la señal del supremo manejo del lenguaje.
Como decía el Coronel Cooper:


“If it won´t go in a page, it probably needs a synopsis”(“Si no entra en una página, probablemente necesita una sinopsis”)


Hombre espartano, extrañamente modesto en lo personal, generoso y a la vez exigente, era capaz, como lo demostró en no menos de veinte conflictos armados, comenzando con el Teatro del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, de hacer él mismo lo que exigía a sus soldados que hicieran.
El Coronel Jeff Cooper está vigente y su influencia no se extinguirá con su muerte.
Es una luz que ilumina el camino hacia la libertad y la justicia junto con la voz de Seneca, Teddy Roosevelt y la voz de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de America.
Es interesante que Jeff Cooper admiraba a José Ortega y Gasset y siempre citaba en sus escritos las “Meditaciones sobre la caza” de Ortega.
Entre nuestros grandes escritores, tal vez José Ingenieros hubiera congeniado con el Coronel y se hubieran admirado y para usar una vulgaridad…”se hubieran sacado chispas o más bien centellas” en el diálogo.
Citando a Jeff Cooper:


“Ha sido uno de mis principios por largo tiempo que un hombre no puede tener demasiados libros, demasiados vinos o demasiada munición”


Pero volviendo al tema que nos ocupa y que es objeto de estas notas, recurriremos, como siempre, al manantial inagotable de riqueza moral y pensamiento libertario que nos han legado los padres Fundadores de Estados Unidos de America y posteriormente, nuestros propios Padres Fundadores.
Respecto del ciudadano armado como esencial factor disuasor del crimen violento y como garantía de libertad política y última línea de defensa contra la tiranía, y respecto a las leyes que pretenden desarmar a la ciudadanía escribió Thomas Jefferson:


“Falsa es la idea de utilidad que sacrifica mil ventajas reales por una imaginaria o despreciable inconveniencia; que prohíbe el uso del fuego porque quema, o el uso del agua porque uno se puede ahogar en ella, que no tiene soluciones para los males, excepto la destrucción de esas ventajas.
Las leyes que prohíben poseer y portar armas son de esa naturaleza.
Desarman solo a aquellos que no tienen inclinación o determinación de cometer crímenes.
Esas leyes empeoran las cosas para las víctimas y las hacen más fáciles para los criminales.
Sirven más para favorecer los homicidios que para prevenirlos, porque es más fácil para el criminal atacar a un ciudadano desarmado.
Si esas leyes fueran obedecidas estrictamente, eso sería el fin de las libertades personales y el comienzo de una tiranía”




Vemos con asombro que Jefferson escribió de este tema tan actual y con esta claridad hace dos siglos.
Pero no nos asombremos demasiado…así como lo es hoy, fue en el pasado.
Aristóteles, a quien ya hemos citado en la Parte 1 de esta serie de notas, también fue categórico al respecto, mostrándonos que los esclavistas ya intentaban desarmar a los ciudadanos hace veinticuatro siglos y aun antes, en la época de los sumerios, asirios y sabe Dios cuantos milenios antes de esos pueblos.
El esclavismo y el abuso de poder es tan viejo como la humanidad y ahora tenemos en el Congreso un grupo de legisladores que fueron elegidos en listas sábana, nadie conocía sus ideas e inclinaciones y ahora deciden sobre nuestro futuro y bienestar.
Citando a uno de los mas trascendentes y admirados Presidentes de los Estados Unidos, el gran Teodoro Roosevelt:


“Cuando pasan lista en el Senado, los Senadores no saben si gritar: ¡Presente! o ¡Inocente!”

Y también:


“Habla con calma y lleva un palo grande. Irás lejos”


Teodoro Roosevelt en persona comandó la Brigada “The Rough Riders” en la campaña de San Juan Hill en Cuba, cuando los norteamericanos derrotaron a España.
Los americanos, para desconcierto y alivio de nuestros progresistas cubanoides, no se apropiaron de Cuba ni han conservado ningún territorio que ganaron con las armas.
Roosevelt fue un símbolo de libertad, valor personal, buen sentido, progreso y moral en una época en que USA surgía como potencia militar y económica imparable.
Su doctrina libertaria y democrática es inconfundible.
Escribía Teodoro Roosevelt:


“Ningún pueblo es completamente civilizado cuando se hace una distinción entre robar un bolso y robar un cargo público”


Y también:


“Un hombre que nunca ha ido a la escuela puede robar algo de un vagón de carga, pero si tiene una educación universitaria podría robar todo el ferrocarril”


Y esta joya libertaria y republicana:


“Ser patriota significa que el ciudadano debe ser leal al país.
No significa que el ciudadano se deba al Presidente o a cualquier otro poder del estado excepto en la exacta medida en que el Presidente o ese otro poder sean leales al país.
Es patriótico apoyar a la autoridad siempre que esta sirva al país eficiente y honradamente.
Es anti-patriótico no oponerse a la autoridad en la exacta medida de su ineficiencia o deshonestidad o cualquier otra forma en que la autoridad falle en su lealtad al país”




El manantial moral y libertario de los patriotas norteamericanos es inagotable y con esos cimientos, pudieron construír una poderosa nación que seguirá rigiendo y guiando a la humanidad durante veinte siglos, ya que no hay ninguna otra nación que tenga esa doctrina moral como motor de desarrollo, inventiva, iniciativa y libertad política y personal.
Citando a Andrew Jackson:


“Todos los derechos reconocidos y asegurados a los ciudadanos bajo la Constitución no valen nada, son solo una burbuja, excepto cuando son garantizados a ellos por un virtuoso e independiente poder judicial”


Y también:


“Mientras el Gobierno sea administrado para el bien de los ciudadanos y sea regulado por la voluntad de estos, mientras asegure los derechos de las personas y de la propiedad, la libertad de conciencia y de la prensa, valdrá la pena defenderlo”


Y respecto a la corrupción escribía Jackson:


“Lloro por la libertad de mi país, cuando veo en estos jóvenes días de este exitoso experimento que la corrupción ha sido imputada a varios miembros de la Cámara de Representantes y los derechos de los ciudadanos han sido vendidos por promesas de cargos públicos”


Vemos que incluso en los jóvenes días de los Estados Unidos había corrupción.
Pero había una diferencia: un Poder Judicial Independiente y de hombres íntegros.
Vamos por mal camino y la Argentina colapsará, pero mientras mantengamos vivos los ideales libertarios y la doctrina moral emanada del pensamiento que inspiró las revoluciones libertarias en USA, en Francia y en America del Sur en los comienzos del siglo XIX, volveremos a resurgir y volverá a regir la decencia y la libertad.
¡Hasta la derrota total de los esclavistas!

I´ll be back!



















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